El domingo 27 de julio quedará marcado en la vida del Club Deportivo Chascomús, como un día inolvidable por lo que fue el regreso de los albicelestes a la conquista de un campeonato.
Fueron muchos los problemas padecidos en las últimas temporadas, con una entidad casi acéfala en alguna ocasión, perdiendo bienes inmuebles históricos, y asumiendo una gran deuda que fue saneada para permitir la renovación institucional generada desde la asunción de Germán Artázcoz al frente del club, con la economía saneada.
Lo cierto es que el día de la final, se vio en la cancha a algunas “personalidades” albicelestes en las tribunas y fue emotiva la entrega de la Copa “Celso Murias”, por parte de Omar Beamurguía, un hombre que se vio sumamente emocionado por ese acto.
También llegaron a ver la final, dirigentes y personas de diferentes ciudades de la región que disfrutaron las alternativas de esa gran final.
También quedarán en el recuerdo hechos que no pasaron desapercibidos como la vuelta olímpica o la remera desteñida de Emanuel Lemos, que dedicó el triunfo a Matías Betanzo, recientemente fallecido.
La fiesta fue disfrutada con corrección por la gente de Deportivo, que terminó festejando en el centro de la ciudad, principalmente en el Reloj de los Italianos.
Fueron muchos los problemas padecidos en las últimas temporadas, con una entidad casi acéfala en alguna ocasión, perdiendo bienes inmuebles históricos, y asumiendo una gran deuda que fue saneada para permitir la renovación institucional generada desde la asunción de Germán Artázcoz al frente del club, con la economía saneada.
Lo cierto es que el día de la final, se vio en la cancha a algunas “personalidades” albicelestes en las tribunas y fue emotiva la entrega de la Copa “Celso Murias”, por parte de Omar Beamurguía, un hombre que se vio sumamente emocionado por ese acto.
También llegaron a ver la final, dirigentes y personas de diferentes ciudades de la región que disfrutaron las alternativas de esa gran final.
También quedarán en el recuerdo hechos que no pasaron desapercibidos como la vuelta olímpica o la remera desteñida de Emanuel Lemos, que dedicó el triunfo a Matías Betanzo, recientemente fallecido.
La fiesta fue disfrutada con corrección por la gente de Deportivo, que terminó festejando en el centro de la ciudad, principalmente en el Reloj de los Italianos.
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